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ANÁLISIS
"Contribuciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a la democracia y democratización en el proceso electoral 2023-2024 en México"
Teoría del tapadismo
Se realizan deducciones a partir del “tapadismo” que ha acompañado al sistema político mexicano desde que se inició la época civilista de gobierno en los finales de los 50 del siglo pasado. La trayectoria que han seguido bloques de poder sumamente diferenciados entre sí, se amplia y se vuelve más compleja y, a un tiempo, se agudizan las polarizaciones entre bloques anteriormente en la hegemonía del estado con los actuales grupos que han ascendido al poder gubernamental en México encabezados por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La perspectiva no es muy clara ni halagadora para quienes quisieran que se siguieran procesos que orienten hacia una mayor democratización del país.

El "tapadismo" es un concepto que en ciencia política se relaciona con las formas de selección de candidatos en estados nación donde no existen reglas claras de carácter democrático para elegir las candidaturas a cargos de elección popular. Por lo tanto, son países con un marcado subdesarrollo político que les impide trascender a mayores escenarios donde la selección de candidaturas sea la fase de discusión, debate y reflexión determinante para que la ciudadanía elija a quienes serán sus representantes. Estasreglas, al contrario, con frecuencia están determinadas por personajes que controlan los mecanismos normativos de selección y formancacicazgos que propician que principios morales y éticos se condicionen por los intereses de acrecentamiento de poder económico y político con fines particulares y no de acuerdo al ideal de interés general que fue una fundamental premisa que impregnó la filosofía y el pensamiento que planteó como visión y perspectiva la democracia como el método que mejor se acopla en la convivencia y el desarrollo de las sociedades. Pero es difícil el camino, incluso en muchos casos los militares regulan y condicionan esta función en algunas situaciones de extremo autoritarismo o escenarios dictatoriales. Por definición los gobiernos que conducen militares no pueden ser democráticos. Pero tampoco lo son los gobiernos controlados por grupos caciquiles que tienden a instrumentar adecuaciones de normas que les permite permanecer indefinidamente en el centro de la toma de decisiones que les beneficie directamente como individuos y a sus familias, a sus amigos lo cual conlleva la formación de verdaderas bandas o pandillas que no facilitan el avance democrático. Colonizan los aparatos de gobierno y mecanismos legislativos donde la convivencia política se circunscribe a un quehacer constante de suscripción de acuerdos cupulares para seguir empoderándose dejando la elección constitucional en una especie de confirmación del arreglo de estructuras y posiciones por estas cúpulas caciquiles que deciden al margen y previamente a la elección constitucional. La mayor expresión del caciquismo es su intervención totalitaria en la selección de candidatos en el afán de imponer su hegemonía lo cual lleva al uso y desmedida sujeción de organismos partidistas modificando reglas constantemente para no pasar a mayores espacios de democracia donde debe darse esa elección de candidatos. Una de esas adecuaciones caciquiles es el modelo de coaliciones que refuerza el método de convergencias entre cacicazgos. Aquí, desde la constitución política se modifican incluso las normas de los estados para dar legitimidad a la formación de esas coaliciones que observamos como el mecanismo ideado por las cúpulas para no perder el poder en lo político ni en lo económico.
De esta manera, la hipótesis central que manejo es que quien decide candidaturas lo hace bajo una actitud penosa y de simulación ética hacia la ciudadanía a la que esconde o escamotea el valor moral de que sea por métodos democráticos la vía que lleve a elegir a los candidatos. Ello, evita que se consolide el ambiente de honestidad que debe prevalecer en la construcción de una cultura de respeto entre los ciudadanos y sus instituciones. Se crean frustraciones y decepciones a la vez que los caciques tratan de instituir valores distorsionados donde la actuación disonante caciquil se convierte en la matriz de una convivencia llena de simulaciones y conductas y actitudes degradantes de la convivencia social reduciendo cualquier proyecto que se base en la honestidad, respeto y amabilidad entre quienes componen los conglomerados sociales. La cultura política se condiciona por los métodos de selección de candidatos a la presidencia de la República. La cultura política es vista como el “conjunto de orientaciones subjetivas hacia la política de los miembros de una nacionalidad o subconjunto de estos en la misma nacionalidad” En este sentido la cultura política estaría en formación y el ancla del caciquismo no permite crear la infraestructura democrática necesaria
Se define el caciquismo como una forma "de ejercicio del poder personalista, arbitrario y autoritario" Otra forma de ver el asunto se vincula a la percepción de que en países que tienen sistemas de gobierno presidencialista los personajes que concentran la decisión de seleccionar candidatos lo hacen para mantener o preservar sus intereses y reducir al máximo posibilidades de sufrir traiciones y persecuciones por parte del personaje que elige para sucederlo en el poder presidencial. Aún estamos en estos subniveles de democracia. En el presidencialismo, actualización contemporánea del absolutismo, el presidente es el gran elector y en su poderío lleva la potencialidad de formar un bloque de gran influencia en las decisiones centrales de una nación por mucho tiempo o bien desmoronar su propia fortaleza incluso sufriendo la persecución de quien él decida que le siga en el cargo. Así podemos observar el bloque surgido del alemanismo en México sumamente poderoso y generador el grupo que observamos del desarrollo estabilizador que siguió esta pauta de reproducirse para mantenerse en el poder durante década.
La crisis del presidencialismo puede ser una vía de explicación de los desencantos democráticos y el ascenso de tentaciones de recaer en el autoritarismo. Y es el presidencialismo que crea una cultura política que permea, trasmina y genera la conducta de quienes intervienen en la selección de candidatos e incluso en gran parte de la ciudadanía que acepta y asimila formas en que esos cacicazgos desde los partidos y/o desde la presidencia de la República imponen candidaturas. La cultura se deriva se trasmina como una cascada desde arriba hacia abajo, desde el presidente hasta el comportamiento de aquellos que se muestran y participan incluso de actos de fraude en las elecciones para imponer un modelo de jerarquías donde los grupos dominantes se mantienen y reproducen su poder grupal e individual y el de sus familiares.
La formula es la selección de candidatos pues una vez que éstos ganan la elección constitucional actúan a favor del modelo caciquil aquí comentado. Esto es, la cultura del "tapadismo" que impera en sociedades subdesarrolladas de sistemas presidencialistas es la que condiciona el avance democrático de las sociedades. No hay acciones hacia una apertura democrática amplia que supere los temores de quienes están en el poder generando constantemente una infraestructura política y económica que evite que sean sustituidos por nuevos personajes distintos a los que actúan en los poderes ejecutivo, legislativo o judicial, en los gobiernos estatales o municipales. Hay que observar que las acciones de estas personas que se arrogan el monopolio de la representación por vía de imposición de candidaturas por métodos no democráticos, las despliegan usando recursos públicos, es decir, recursos que son propiedad de toda la nación.
Estudiemos el caso mexicano desde una perspectiva histórica. Me ubico en la época posrevolucionaria. Con Madero y su lucha contra Félix Díaz quien pretendía suceder a su tío Porfirio Díaz que por más de 30 años se mantuvo en el poder presidencial hasta su envejecimiento lo cual creó condiciones para el cambio de grupo en el poder, aunque después es retomado por ese mismo bloque en el gobierno impuesto de Victoriano Huerta. Aquí no hay tapadismo alguno, sino que es un dictadorque evita que surja alguien que lo suceda en el cargo de presidente de México. Antes había actuado de manera similar Santa Anna que también mantuvo por años y años la presidencia. Entonces un primer enunciado es que todo presidente de la República quiere dejar en su cargo a alguien afín a él o reelegirse. Intenta imponer a sus sucesores o imponerse él como candidato. La revolución mexicana en la fase que encabeza Madero fue un movimiento de ideales democratizantes interesante pero que fracasa ante el poderío de los militares y bloques caciquiles ascendentes yel control de las armas acompañado por disputas entre los mismos militares. Carranza se impone contra el bloque de Huerta. Y, a la vez, surge el poder de los militares del norte del país con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.La muerte de Obregón atribuida a Elías Calles explica el afán de éste por dejar en herencia a sus amigos que consideraba más afines sobre los que ejercía un control marcado: Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez.La hegemonía militar se continúa con Lázaro Cárdenas hasta Ávila Camacho. Aquí inicia el poderío de los grupos civiles con Miguel Alemán Valdés. Los militares habían envejecido y perdido su influencia derivada de los procesos de la revolución mexicana pero nunca han dejado de estar presentes en las decisiones formando una fuerte facción de la elite de poder mexicana con especiales consideraciones de los presidentes en turno ante la gravitación de la amenaza constante de golpes de estado que pudieran surgir de este bloque poderosísimo en la estructura de poder en México.
El último militar impuesto por el presidente en turno fue precisamente Manuel Ávila Camacho quien da impulso a la incorporación de los civiles al poder presidencial. A partir de aquí la determinación del presidente para imponer a su sucesor se hace costumbre y crea una cultura basada en el patrimonialismo y reduce la posibilidad de transitar a una cultura participante ya que el servidor público actúa impunemente usando presupuestos del erario para incrementar su poder político e incluso económico.Se fortalece la cultura del abuso y desdeño de principios democráticos que suponen ejercer representaciones populares a favor de la sociedad y no en función de intereses particulares o privados. Lo público de lo privado no tiene distinciones.En esta fase del inicio civilista de gobiernos Alemán deja a Adolfo Ruiz Cortines, éste deja a Adolfo López Mateos quien impone a Gustavo Díaz Ordaz, a éste le sigue Luis Echeverría quien determina que su sucesor fuera José López Portillo. Hay un quiebre en intereses que enarbolan estos grupos. El echeverrismo se antepone a los intereses del bloque del desarrollo estabilizador que crea e impulsa a los empresarios más poderosos de México, hoy. La corriente de Echeverría parece vincularse a la de Lázaro Cárdenas cuyo hijo concentra a los grupos que se ubican en posiciones ideológicas no coincidentes con las del desarrollo estabilizador neoliberal. Este se sitúa en las dinámicas de los principios que impiden la participación del estado en la economía en tanto que el echeverrismo se sitúa en posiciones que plantean lo contrario, es decir, que el estado intervenga y conduzca los procesos económicos del país y disminuir la influencia de los sectores privados empresariales en las decisiones sustantivas de carácter económico.
El echeverrismo encuentra su posibilidad de continuismo dando el poder presidencial a José López Portillo quien se enfrenta al final de su gobierno a los bloques que parcialmente controlan en ese momento el sistema financiero al nacionalizar los bancos.Lo que llama la atención es que López Portillo entrega el poder al bloque que se empodera desde la etapa del desarrollo estabilizador o de la sustitución de importaciones neoliberal con Miguel de la Madrid quien prepara el arribo de un miembro heredero de este bloque: Carlos Salinas de Gortari queentrega el poder a Ernesto Zedillo Ponce de León y que en teoría derrocó a su propia candidatura que había impuesto en la persona de Luis Donaldo Colosio. Este no generó confianza al salinismo dados sus programas más radicalmente opuestos a los que proponía Carlos Salinas. Los compromisos públicos de Colosio ponían en duda que pudiera continuar con la desincorporación de empresas del estado que ya venía emprendiendo Carlos Salinas bajo la dinámica del proyecto instrumentado por el bloque que lo había impuesto en la presidencia y que identificamos como el del desarrollo estabilizador neoliberal que fue el que inició con el proceso de industrialización del país después de la segunda guerra mundial con la idea central de formar a los empresarios que harían crecer al país económicamente desde el apoyo del estado y recursos públicos puestos a disposición de estos bloques empresariales que ahora son poderosos de relevancia. Esto es lo que ponía en duda el discurso y programa que proyectaba Colosio al pregonar que después de Carlos Salinas de Gortari el país era una nación sumida en la pobreza y las desigualdades precisamente las bases del proyecto que impulsaba Carlos Salinas de Gortari.
Por eso, se entrega la presidencia a Ernesto Zedillo un economista no priista tradicional cuyo perfil se prestaba para empujar la propuestade entregar la estafeta presidencial temporalmente a los grupos que se ubicaban en el Partido Acción Nacional muy apegados a esa propuesta del desarrollo estabilizador. El bloque que empuja este proyecto le otorga el poder relativo a dos gobernantes panistas que llegan a la presidencia de la república que aflojan la tensión de expectativas políticas que los empresarios y los ex presidentes no pudieron atender y disminuir pero si intentar neutralizar el movimiento social que busca reacomodos hacia arriba en la estructura jerárquica de la sociedad. Es el acompañamiento que los grupos hegemónicos dan a las separaciones sociales que ahora se conjuga con la de las clases medias e incluso con el ascenso de grupos pobres que hoy tienen ingresos constantes de poca monta y que les permite buscar reacomodos que económica y socialmente les dote de mejores y mayores bienes producidos socialmente. Es la fragmentación generada desde el colonialismo que no permite ideales de igualdad ni tampoco propicia la equidad en la selección de candidatos a cargos de elección popular iniciando principalmente por la del presidente de la república.
Vicente Fox, del PAN, como paradigma de ese patrón neoliberal. Sin cualidades de estudios. Con un pragmatismo extremo por sus experiencias en la empresa transnacional coca cola incluso proponiendo que su gobierno era para los empresarios y de los empresarios. ¿Quien mejor para continuar con el proyecto de menos estado en la economía que pregonaba el salinismo y el desarrollo estabilizador?
Lo claro fue que en el aspecto político la estructura de poder del partido que lanzó la candidatura de Vicente Fox por el PAN no tenía la capacidad y poder regional y eso lo aprovechó el bloque del salinismo-desarrollo estabilizador que seguía controlando la estructura del PRI y a gran parte de los cuadros políticos dirigentes priistas a nivel nacional. El poder regional lo seguía ejerciendo el PRI en los estados y en el congreso general pues los legisladores priistas eran impuestos por los gobernadores y una política de corte salinista dirigía el proyecto de recomposición priista desde la presidencia del comité ejecutivo nacional del PRI. Beatriz Paredes hoy senadora tejió desde el PRI nacional estos arreglos con los gobernadores de esa filiación que en ese momento abarcaban a la mayor parte de los estados del país. Le funcionó el esquema bajo el objetivo de que el PRI no perdiera el poder presidencial el que vuelve a recuperar Enrique Peña Nieto distinguido miembro del grupo Atlacomulco que ha sido símbolo del poder priista históricamente. La evolución de estos fenómenos se ha vuelto más complejo pues aumentan actores y bloques sociales que presionan por acceder a las instancias de poder nacional y regional.
Peña Nieto le entrega a Andrés Manuel López Obrador el poder presidencial que ahora abre el compás de la selección de su sucesor al dar a conocer los nombres de Marcelo Ebrard, Ramón De la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Claudia Sheimbaun, Rocio Nalhe. A este grupo se agrega y se apunta a sí mismo, Ricardo Monreal. Todos miembros de un mismo partido, MORENA. ¿Donde se puede observar el tapadismo?


Foto: Presidencia
Desde el protocolo que puso como regla que fuera un miembro prominente de los sectores corporativos del Partido Revolucionario Institucional quien diera a conocer al elegido por el presidente para sucederlo en la presidencia de la República, hasta la imposición de un miembro no afín a los grupos priistas con Ernesto Zedillo, la estrategia del presidente siempre es dejar a una persona que se apegue a una conducta donde no vaya a sufrir persecuciones y seguir el proyecto que empuja el presidente. Pero esta decisión es muy compleja en su procesamiento. En principio, no es muy claro el proyecto a seguir, sino que se sigue un movimiento inercial para que continúen los grupos poderosos del país que se vienen formando particularmente desde el desarrollo estabilizador en los 50 cuando se formaron los grandes grupos empresariales que ahora en buena medida son los dueños y los que mandan en el país. Así, observamos el periodo de gobierno de Carlos Salinas de Gortari que se caracteriza por crear un bloque empresarial sumamente fuerte que se había originado en la etapa en que su padre se incorporó al bloque que dirigía Antonio Ortiz Mena que fue secretario de hacienda en los gobiernos de Adolfo López Mateos y de Gustavo Díaz Ordaz y lideró el fortalecimiento de los empresarios con la industrialización que se instrumentó después de la segunda guerra mundial. En una teoría del péndulo bajo el supuesto que un gobierno de derecha debe suceder a uno de izquierda y uno de izquierda a uno de derecha, se determinó bajo sistemas cupulares de ex presidentes y grupos empresariales afines, que Gustavo Díaz Ordaz fuera sucedido por Luis Echeverría Álvarez éste con un perfil socialista o populista o de izquierda en tanto que Díaz Ordaz era considerado un prominente miembro del grupo conservador que gobernaba México. Hay que contemplar que Echeverría asciende al poder bajo la presión del movimiento estudiantil del 68 cuya formación y fortalecimiento se asocia a estos movimientos de una política denominada populista por sus disonancias de acercamiento de grupos estudiantiles cuyos liderazgos fueron incorporados a las instancias de dirección y decisión del gobierno echeverrista. En este supuesto, Echeverría era visto más afín al cardenismo y no al bloque del desarrollo estabilizador. En esta teoría del péndulo la sucesión de Echeverría no devuelve el poder al grupo del desarrollo estabilizador sino a su compañero de estudios José López Portillo. Este, da el poder al bloque del desarrollo estabilizador con Miguel de la Madrid y éste lo reafirma empoderando a Carlos Salinas de Gortari en cuya sucesión se vuelve a presentar el fenómeno de verse cuestionado al momento de designar a Luis Donaldo Colosio como candidato a la presidencia de la República. El grupo de Manuel Camacho Solís, entonces regente de la ciudad de México se inconforma con la decisión de Salinas de Gortari y abre un espacio histórico que conlleva la persecución de Marcelo Ebrard por supuestas irregularidades en la construcción de la línea 12 del Metro, en la ciudad de México pero también empuja la opción de una expresión con características indigenistas religiosas catolicistas. El ejercito Zapatista de Liberación Nacional, EZLN aparecía en los Altos de Chiapas en una propuesta delineada desde el bloque de Manuel Camacho Solís y recursos federales que provenían tanto de la regencia del Distrito Federal que éste encabezaba como de la secretaria federal de desarrollo social donde se integraba una red muy cercana al ex regente.
Ahora, este bloque se encuentra muy allegado a la toma de decisiones sustantivas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador e incluso, Marcelo Ebrard es uno de los precandidatos expuestos a la opinión pública por el presidente de la República para que le suceda en el cargo. Pero aquí el tapadismo fue simulado y solo se puede observar en tanto los tiempos en que utiliza el presidente para designar a su sucesor como candidato en este caso del PRI. Los ritos y mitos, así como movimientos de bloques y grupos en torno de uno u otro precandidato se siguen hasta el momento de la decisión. Quizá el tapadismo se puede observar de manera más tenue cuando se destapa a Carlos Salinas de Gortari al final del gobierno de De la Madrid. Seis personajes se exhibían al público y comparecían ante miembros del entonces poderosísimo Partido Revolucionario Institucional. El mecanismo era una simulación de democracia para imponer al candidato que fue Carlos Salinas de Gortari. El dedazo por el mecanismo del tapadismo. Sin embargo, debemos observar lo complicado que es para un presidente imponer a su sucesor. Ahora el presidente López Obrador ha establecido como, lo dice el estatuto de su partido, que el mejor método para seleccionar a su sucesor es la encuesta. El asunto es que él ya dio a conocer seis nombres que podrían sustituirlo en la presidencia a través del método de la encuesta por el cual se elige al candidato de MORENA, su partido. La imposición se da en virtud de que un solo hombre con el poder absoluto para designar a su sucesor dice o señala quienes son los posibles personajes que eventualmente habrán de ocupar la silla presidencial máximo poder en la estructura de dominio en México. ¿Cuál es la diferencia con el método llevado a cabo por el PRI cuando se eligió a Carlos Salinas de Gortari? Un ejercicio simulador donde se presentaba el proyecto que llevaría a cabo cada uno de los tapados seleccionados por el presidente en turno, en este caso, Miguel de la Madrid. Era obvio que la candidatura de Carlos Salinas de Gortari ya estaba decidida de antemano. Pero apreciemos que todas las posibles desavenencias e inconformidades ya estaban bajo control del presidente. No había manera de que surgiera otro candidato. Todo el poder lo concentraba el eje presidente - partido de estado como lo concibe González Casanova “En México la votación es posterior a la elección” . Los partidos funcionaban en una especie de satélites del poder hegemónico del presidente. Solo el Partido Acción Nacional presentó un candidato con posibilidades de diputarle el poder al PRI y a su candidato Carlos Salinas de Gortari. Manuel Clouthier llegó a poner en serios predicamentos el triunfo claro del PRI y Carlos Salinas de Gortari. Pero eran dos bloques históricamente diferentes y con distintos orígenes y desarrollos. Se impuso el poder del presidente, aunque se establecieron alianzas con personajes del panismo que en ese momento se empoderaron y permitieron al presidente Salinas de Gortari ejercer su gobierno y llevar a cabo su programa de desincorporación de empresas estatales y venta de los bancos nacionalizados por el expresidente José López Portillo, y enriquecimiento exagerado del bloque gobernante y empresarios surgidos del desarrollo estabilizador neoliberal. Sin embargo, al momento de destapar a su tapado que era Luis Donaldo Colosio se presentaron problemas particularmente, como dijimos, con el otro aspirante que se sentía heredero de la presidencia de la república.
Ahora, este modelo tiene variantes. El tapadismo del presidente López Obrador seenfrenta a nuevas complejidades. No es el destape de Colosio y la fuerza del presidente que incluso obtiene el triunfo político al llevar al poder a Ernesto Zedillo. Tampoco es el cuadro que presentaba el apoyo a un candidato del partido opositor como sucedió con el lanzamiento del priista Francisco Labastida que llevó al triunfo de un panista apoyado por el presidente Zedillo y el bloque del desarrollo estabilizador neoliberal. Tampoco es el escenario del PRI que controlaba el ex presidente Enrique Peña Nieto para presentar la candidatura de un cuadro no priista como lo fue José Mead que facilitó el triunfo electoral del ahora presidente López Obrador. El lanzamiento de Mead fue una decisión inquietante del grupo del desarrollo estabilizador neoliberal por continuar con ese modelo económico político una vez que había adecuado normas constitucionales y leyes a través de lo que se denominó El Pacto por México donde la fuerza presidencial de Enrique Peña Nieto integra a los partidos de oposición PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista de México para realizar las reformas constitucionales que garantizaran la continuidad del proyecto del grupo del desarrollo estabilizador neoliberal lo cual incluyóHoy la candidatura de MORENA que se impondrá a través de una encuesta simuladora de democraciase enfrentará a la fuerza de grupos que pueden ser considerados verdaderos opositores a la propuesta de López Obrador, que se empoderaron en los anteriores gobiernos que el presidente señala como neoliberales. Que se oponen a una propuesta donde se de prioridad a la entrega de recursos directos a la población más pobre con efectos negativos a clases medias y altas de la sociedad, aunque el salinismo y el gobierno de Peña Nieto lo empujaron con sus proyectos de Solidaridad, de oportunidades y otras modalidades.No es una contrapropuesta que cuestione el asunto de la corrupción. Más bien son enfrentamientos directos entre sectores empresariales y grupos que se empoderaron al amparo de los gobiernos anteriores que pierden privilegios y que no volverán eventualmente al usufructo de recursos públicos y cargos de elección y de gobierno si siguen los mismos personajes integrados al proyecto lopezobradorista.No volverán si no ganan las elecciones y eso pasa por una adecuada selección de candidatos o de candidato a la presidencia de la República. Eso es lo importante para estos grupos opositores a la corriente de López Obrador que a través de encuestas tendrá que imponer al candidato de MORENA bajo la argumentación demagógica de lo que desea el pueblo. Hay en esa sugerencia la implementación de un programa que lleva la idea de ascender a grupos sociales no acomodados incluyendo a gran parte de las clases medias bajas.
La abstracción del concepto pueblo o el término pueblo es un atractivo analítico para considerar el efecto del discurso presidencial. López Obrador menciona que el pueblo es sabio, que sabe lo que quiere y que no quiere más gobiernos neoliberales, que si los recursos públicos llegan directamente al pueblo sin intermediarios es lo que genera los apoyos que el requiere, es decir el apoyo del pueblo. En lo administrativo plantea un programa de austeridad aunado a un proyecto de control de la opinión pública controlando el financiamiento solo dirigido a quienes participan en sus conferencias mañaneras o a empresas elegidas selectivamente. Pero el pueblo también son los empresarios, las clases medias altas y bajas, los pobres, los miembros de su gabinete, los cuadros tradicionales de los partidos. Es la abstracción pueblo que no confunde, pero si se diluye en el entendimiento de la opinión pública. ¿Quiénes serían los enemigos del pueblo? Los conservadores se contesta el presidente López Obrador y lanza a la vez un proyecto de convencimiento casa por casa que parece el tradicional programa de promoción del voto del priismo más abarcador de voluntades. Lanza una propuesta, a la vez, donde la encuesta es el anzuelo que fomenta el activismo de funcionarios de su gobierno que aspiran a un cargo de elección particularmente gubernaturas. La encuesta como mecanismo de agregación de opiniones necesita que se mencionen a los más adecuados para cada cargo de elección popular y eso lo determina el presidente para el nivel de gobernadores y se da carta amplia para que legisladores emprendan campañas electorales con miras a aparecer en las encuestas no obstante que estén violando derechos políticos de la ciudadanía. Se está creando una cultura del encuestismo violador de derechos políticos a partir del tapadísimo. Este se conjuga con el método de imposición de candidatos de las cúpulas de los otros partidos que se mantienen por largos periodos en la dirección de esas organizaciones políticas como el caso del PRI. El tapadismo es la muestra. Es el indicador para el accionar político de todo aquel político, legislador o servidor público en general que aspire a un cargo de elección popular. La encuesta como instrumento distorsionador de la democracia. La encuesta como mecanismo que impide pasar a mejores escenarios de democratización basados en la discusión y el debate para que el ciudadano elija al mejor candidato y vaya a la elección constitucional ya con la convicción de que ha pasado por un proceso donde la candidatura ha sido expuesta claramente por sus estudios y sus cualidades y no por el cuatísmo, amiguismo o parentesco. La encuesta es una forma de eludir pasar a la democratización de elección directa y deliberativa de los candidatos.Entonces con la encuesta no se resuelve el asunto de imposición antidemocrática de candidaturas. Muy recientemente observamos la imposición del candidato de MORENA a la gubernatura del estado de Hidalgo donde se saca nuevamente una lista donde aparecen los cinco individuos a los que se ajustará la encuesta bajo el supuesto de que realmente se realiza ese ejercicio encuestador aunque nadie se entera según han señalado los otros que integran la plantilla de precandidatos. Pero en cambio, es muy tenue así mismo la imposición que usa el PRI para designar a su candidata a la misma posición de en esa gubernatura. La esposa del líder de la fracción priista en la cámara de diputados, Carolina Viggiano es la seleccionada como candidata pero hay que ver las reacciones de los grupos locales ante la decisión cupular del gobernador y la dirigencia nacional del PRI. En Oaxaca se nota la inconformidad de Harp Helú quien seguramente se irá a contender por la coalición PAN-PRD-PRI en contra del candidato impuesto que fue seleccionado por el método de encuesta. Lo mismo se observa en Durango con el proceso de selección de la candidatura a gobernador.
Entonces observemos algunas deducciones.
Estos métodos de selección no son democráticos. ni la encuesta, ni el dedazo y eso es derivado del mecanismo de selección del candidato presidencial. No obstante que podemos tener una acotación con respecto a la candidatura de López Obrador que fue una fase de culminación de una carrera constante y el fortalecimiento de un liderazgo que alcanzó simpatía de grandes grupos sociales a tal grado de que quitó de los cargos públicos a grandes bloques que se identificaron con las prácticas de rapacería de quienes empujaron el proyecto neoliberal desde el desarrollo estabilizador.
¿Que tanto se logró un mayor pluralismo de los grupos que ahora participan de una u otra manera de las decisiones políticas del país?
Lo que se observa es una recomposición de cuadros muy amplia tanto en las decisiones orientadas a la selección de cargos de elección como en aquellos de la administración pública. Prácticamente en todas las secretarías de estado se emprende la sustitución de personalidades donde se aprecian personas de los movimientos que acompañaron al presidente en su recorrido hacia el poder.
Conclusiones.
El estudio del tapadismo nos sugiere algunas constantes. Primero asegurar la continuidad de un proyecto y la no persecución del presidente en turno. En un segundo aspecto, garantizar que una propuesta no sea modificada en lo relativo a la orientación de prioridades como sería el caso de desplazar a los grupos privilegiados del pasado y desprestigiarlos por distintos métodos como la corrupción.Tercero, ascender cada vez más grupos sociales de clases medias bajas y marginales a través de los programas sociales y el control de recursos públicos acotados a ser manejados por el grupo que forma parte del entorno del presidente de la República en turno. Ampliar más espacios de control presupuestal ascendiendo en elecciones locales. Impulsar el proyecto de adecuaciones normativas para modificar el régimen en el fondo y transformarlo en leyes concretas distintas al que se impulsó en todo el periodo de desarrollo estabilizador neoliberal. La recomposición de cuadros dirigentes y servidores públicos que controlen y orienten presupuestos públicos hacia los proyectos presidenciales con perfiles de los bloques que estuvieron al margen del modelo del desarrollo estabilizador neoliberal incluyendo a los que provienen de los movimientos de izquierda de los sesenta y setenta. Ello, nos habla de dos polos políticos pues los desplazados presentan así, mismo, potencialidades en el manejo de recursos que acumularon en su pasado privilegiado. Podríamos hablar de una verdadera purga de dirigentes y personas que fueron privilegiadas en el pasado y que se concentran en bloques que forman entornos de expresidentes y empresarios que acumularon riquezas desde los 50 del siglo pasado. Hay un panorama que puede abrir mayores espacios a la democratización del país con polarizaciones sociales y políticas indetenibles que puede abarcar a lo regional estatal y municipal en estos tres años que le sobran al actual gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador. En 2024 se definirá el encuentro de dos bloques históricos que han sido protagonistas en la historia del país desde la época posrevolucionaria. El control de los aparatos de estado será una premisa fundamental que propicie que el bloque lopezobradorista mantenga la preferencia electoral en el 2024. Lo crucial será mantener la disputa política en cauces manejables y con sus equilibrios donde la realización de elecciones limpias,la libertad de medios de comunicación y una práctica democrática en la selección de candidatos como premisa de modernización podrá permitir trascender el ámbito de las confrontaciones que se prescriben como posibilidades. De ahí la necesidad de un fortalecimiento institucional y del estado para conducir los asuntos políticos del país en los próximos años.El presidencialismo prosigue su marcha como fiel heredero del absolutismo medieval. La expectativa está puesta en que el cauce democrático le de vigor al estado.